Es un placer hacer mi entrenamiento diario al aire libre. Pero lo mejor de este gimnasio no son las máquinas de pesas en las que sudo durante horas, sino su clientela exclusivamente masculina.
Llevo un pantalón corto negro Nike de nailon que me llega justo por encima de las rodillas, sin nada debajo. Por supuesto, ya me he quitado la camiseta hace un rato. Llevo una hora haciendo ejercicio y el gimnasio está casi vacío.
Sólo hay un chico, y sé que lo he visto antes en alguna parte. Sólo lleva pantalones cortos grises y tiene un bastante imponente.
Lo reconozco, es Craig, un creador. Me acerco y me uno a él en su paseo cardiovascular. Nuestros cuerpos se acercan... Desliza una mano por mis calzoncillos y me acaricia la polla. Pongo mi mano en su pecho, jugando con sus pezones, y me muevo todo el camino hacia abajo, para tomar esta enorme polla en mi boca.
Me pongo de rodillas y empiezo a chupársela mirándole a los ojos. Me agarra la cabeza para marcar el ritmo y me mete su enorme polla hasta el fondo de la garganta.
Se detiene, me mira y se lleva mi polla a la boca, siento mi polla entrar y salir de su boca.
De repente todo se vuelve más salvaje, nos tumbamos en el suelo y vuelvo a meterme su enorme polla en la boca. Se pone en posición para chupármela al mismo tiempo que yo. Me folla la boca (ya sabes que me encanta), hasta que me da su corrida, me besa e intercambiamos su corrida de boca a boca.
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